El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se caracteriza por dificultades distintivas en la comunicación y la interacción social. Antes de dar respuesta a qué es la Intersubjetividad en el Autismo, es preciso entender que uno de los aspectos críticos que se ve afectado en escolares con TEA es, precisamente, la intersubjetividad, es decir, la capacidad de compartir estados mentales y emocionales con otros. La intersubjetividad, que se divide en primaria y secundaria, juega un papel fundamental en el desarrollo social y emocional de cualquier niño, influyendo en cómo se forman y mantienen las relaciones, se comprenden las intenciones de los demás, y se participa en interacciones sociales complejas.
En el contexto del autismo, comprender los mecanismos y las manifestaciones de la intersubjetividad es esencial para diseñar intervenciones educativas y terapéuticas efectivas. La intersubjetividad primaria, que implica el intercambio inicial de emociones y atención con los cuidadores, puede mostrar signos de alteración desde una edad temprana en niños con TEA. Estas dificultades pueden manifestarse como una menor respuesta a la comunicación no verbal, como el contacto visual y las expresiones faciales. Por otro lado, la intersubjetividad secundaria, que se desarrolla más adelante y abarca una comprensión más profunda de las intenciones y creencias de los demás, también puede verse comprometida. Esto se refleja en desafíos con juegos de simulación, interpretación de emociones complejas y participación en conversaciones significativas.
Este artículo se propone explorar cómo la intersubjetividad se ve alterada en escolares con TEA, los impactos que esto tiene en su capacidad para manejarse en el mundo social, y las estrategias que pueden apoyar el desarrollo de habilidades intersubjetivas más robustas. Al abordar estas cuestiones, podemos ofrecer mejores herramientas de apoyo a niños, adolescentes y adultos con TEA, permitiéndoles una mayor integración social y mejor calidad de vida.
Contenidos de este artículo:
¿Qué es la Intersubjetividad Primaria en Autismo?
La intersubjetividad primaria es un concepto fundamental en el desarrollo temprano, que se refiere a la capacidad innata de los bebés para conectar con otras personas a un nivel básico, compartiendo experiencias y emociones. Esta forma de intersubjetividad se observa desde los primeros meses de vida y es crucial para el desarrollo posterior de relaciones sociales y habilidades comunicativas.
Componentes de la Intersubjetividad Primaria
Contacto Visual y Atención Compartida: Desde muy temprano, los bebés muestran una predisposición a mirar rostros humanos y hacer contacto visual. Este contacto no es simplemente una mirada, sino una forma de comunicación y conexión emocional entre el bebé y el cuidador. La atención compartida, que se desarrolla alrededor de los 6 a 9 meses, implica que el niño no solo observa un objeto sino que también reconoce que otra persona (generalmente un cuidador) está prestando atención al mismo objeto. Este reconocimiento mutuo es fundamental para el aprendizaje social y la comunicación.
Imitación Afectiva: Los niños desde muy pequeños tienen la capacidad de imitar gestos faciales y acciones de otros. Esta imitación va más allá de la simple repetición de movimientos; refleja una resonancia emocional con el estado afectivo de otra persona. Por ejemplo, un niño puede sonreír en respuesta a la sonrisa de un adulto, mostrando no solo un reconocimiento de la expresión facial sino también una participación en el estado emocional subyacente.
Emociones Contagiosas: La intersubjetividad primaria también se manifiesta en cómo los bebés pueden ‘contagiarse’ de las emociones de aquellos que los rodean. Un ambiente tranquilo y afectivo puede calmar a un bebé, mientras que un ambiente tenso y estresante puede hacerlo sentir inquieto y angustiado, demostrando la sensibilidad temprana a las emociones y estados psicológicos de otros.
Importancia en el Desarrollo
La intersubjetividad primaria es esencial para el desarrollo de la teoría de la mente y las habilidades sociales más avanzadas. Al compartir emociones y experiencias con los cuidadores, los bebés aprenden las bases de la comunicación humana y la estructura emocional de las interacciones sociales. Esta etapa temprana de desarrollo sienta las bases para:
- Aprendizaje Social: A través de la intersubjetividad, los bebés aprenden cómo las personas reaccionan ante diferentes situaciones, lo que es seguro y qué no lo es, y cómo se supone que deben comportarse en diversas circunstancias sociales.
- Desarrollo del Lenguaje: La comunicación temprana y la atención compartida son precursores del desarrollo del lenguaje, ya que los bebés empiezan a asociar palabras y contextos con experiencias compartidas.
Implicaciones en TEA
En el contexto del Trastorno del Espectro Autista (TEA), la intersubjetividad primaria puede estar comprometida. Los bebés que más tarde son diagnosticados con TEA pueden mostrar menos contacto visual, menos atención compartida, o respuestas emocionales menos sincronizadas con sus cuidadores. Estos desafíos pueden afectar el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación más complejas. Reconocer y entender estas variaciones en la intersubjetividad primaria puede ayudar a diseñar intervenciones tempranas más efectivas que fomenten la conexión social y la comunicación en niños con TEA.
¿Qué es la Intersubjetividad Secundaria en Autismo?
La intersubjetividad en Autismo secundaria es un desarrollo evolutivo más avanzado que la intersubjetividad primaria, emergiendo alrededor de los 9 a 12 meses de edad y continuando a través de los primeros años de la vida del niño. Este concepto describe la habilidad de los niños para comprender y responder no solo a las emociones y acciones de otros, sino también a sus intenciones, pensamientos, y creencias. La intersubjetividad secundaria es fundamental para el desarrollo de la teoría de la mente, una capacidad esencial para la comprensión de las complejas redes de interacción social.
Componentes de la Intersubjetividad Secundaria
Comprensión de Intenciones: Los niños empiezan a reconocer que las acciones de otros están motivadas por intenciones específicas. Por ejemplo, un niño puede entender que si alguien está buscando algo bajo el sofá, es porque cree que algo que desea está allí.
Juegos de Hacer Como Si: Esta etapa también ve el desarrollo de juegos simbólicos o de pretensión, donde los niños actúan en escenarios imaginados, asumen roles y siguen guiones que implican múltiples perspectivas y situaciones hipotéticas. Este tipo de juego es crucial para el desarrollo de habilidades sociales avanzadas y empatía.
Comunicación Representacional: Los niños empiezan a usar símbolos, gestos y lenguaje para representar sus pensamientos y sentimientos, así como para entender los de otros. Esto incluye la habilidad de hablar sobre cosas que no están presentes físicamente, un salto significativo en la capacidad de abstracción y representación mental.
Comprensión de Emociones Complejas: La intersubjetividad secundaria permite a los niños comprender emociones más complejas y sutiles, como el orgullo, la vergüenza, o la culpa, que dependen de la comprensión de normas sociales y de las expectativas de otros.
Importancia en el Desarrollo
La intersubjetividad secundaria es crítica para la interacción social efectiva y el desarrollo emocional saludable. Facilita una comprensión más profunda de las relaciones humanas y ayuda a los niños a responder de manera apropiada en diferentes contextos sociales. Además, esta habilidad es esencial para:
- Desarrollo de la Empatía: Comprender y responder adecuadamente a los estados emocionales y mentales de otras personas.
- Solución de Conflictos: Manejar disputas y malentendidos al entender las perspectivas y motivaciones de otros.
- Aprendizaje Colaborativo: Trabajar eficazmente con otros en contextos educativos y sociales, aprovechando la habilidad para compartir ideas y construir conocimiento conjuntamente.
Implicaciones en TEA
En niños con Trastorno del Espectro Autista, los aspectos de la intersubjetividad secundaria pueden ser particularmente llamativas y significativas. Estos niños pueden tener dificultades para interpretar las intenciones detrás de las acciones de los demás, participar en juegos simbólicos, o usar el lenguaje de manera representativa. Esto puede llevar a desafíos significativos en la comunicación social y las interacciones con pares y adultos. Reconocer estas dificultades puede guiar las intervenciones destinadas a mejorar la comprensión social y las habilidades de comunicación en niños con TEA, utilizando estrategias específicas para enseñar y reforzar la teoría de la mente y las habilidades de juego simbólico.